México se alista para recibir la primera oleada migratoria de este 2021 con un reforzamiento de la seguridad fronteriza ante una nueva caravana de unos 6.000 migrantes centroamericanos que partieron el viernes por la noche de San Pedro Sula, Honduras, en busca de cruzar el país rumbo a Estados Unidos.

Desde el viernes, cientos de elementos de la Guardia Nacional, personal del Ejército y de la Secretaría de Marina Armada de México se sumaron a los 500 agentes migratorios que desplegó el Gobierno en el sur del país con el objetivo de vigilar la frontera y, eventualmente, detener la caravana.

Los efectivos de la Guardia Nacional se dirigieron en convoy y camiones al Puente Internacional Rodolfo Robles, principal ruta legal en el sur de México para los migrantes, mientras que otros grupos se dirigieron a la ribera del río Suchiate con equipos antimotines para hacer presencia y evitar que los migrantes intenten cruzar de manera ilegal a México.

Los elementos castrenses se mantendrán durante varios días para hacer una vigilancia estricta en los principales pasos informales a lo largo del río Suchiate que divide a México con Guatemala, el cual mantiene sus niveles más bajos y que permitiría el paso caminando de los extranjeros en caso de que puedan pasar libremente por Guatemala.

El general de brigada y coordinador del sur de la Guardia Nacional, Vicente Antonio Hernández Sánchez, señaló que el despliegue de elementos para reforzar la seguridad en la frontera sur es la posición del Gobierno mexicano ante cualquier caravana que pueda ingresar de manera no ordenada al país.

Explicó que el objetivo es salvaguardar la integridad de los migrantes, por lo que también se encuentran representantes de la Secretaría de Salud (SSa) pues, ante la pandemia de coronavirus, este rubro se ha vuelto prioridad.

Es por ello, añadió, que todo aquel que entre a México debe ser revisado por la SSa, mientras que su situación migratoria recae en la Ley Nacional de Migración, aunque resaltó que la atención se dará “siempre respetando sus derechos humanos”, especialmente de los migrantes menores de edad.

Destacó que el dispositivo que se mantiene en la franja fronteriza estará para dar atención al migrante con el fin de que ingresen de manera regulada y se les proporcionarán servicios de salud, alimento, alojamiento y, principalmente, trabajo.

“Si en su dicho señalan que vienen huyendo de algunos padecimientos que tienen en sus respectivos países, no se puede cuestionar, pero si su objetivo es estar bien, en México van a estar bien y van a tener empleo, por lo que no tienen que seguir otro lugar”, refirió.

Reiteró que México atenderá y protegerá a los migrantes “todo lo que tenga que hacer el Instituto (Nacional) de Migración (INM), lo hará”.

Del mismo modo, dijo que de acuerdo con el artículo 96 de la Ley Nacional de Migración, la Guardia Nacional estaría en condiciones de “proporcionar apoyo” al INM en caso de que los migrantes busquen pasar de manera violenta por el río Suchiate.

En 2019, ante el aumento de caravanas de migrantes centroamericanos que cruzaban México con dirección a Estados Unidos, Donald Trump amenazó con imponer aranceles a todas las exportaciones mexicanas.

El Gobierno de México acordó entonces con Estados Unidos militarizar su frontera sur con Guatemala a cambio de impulsar un programa de desarrollo para Centroamérica a fin de frenar las migraciones, pero quedó estancado.

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