El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, Hugo López-Gatell Ramírez, afirmó que ningún país del mundo cuenta con una red de ultracongelación para recibir las vacunas contra la COVID-19 fabricadas por la farmacéutica estadounidense Pfizer.
Debido a la tecnología utilizada en su creación, este medicamento debe conservarse a temperaturas de -70 grados centígrados para ser distribuido y aplicado. Por ello, a pesar de que el Gobierno mexicano tenga una carta de intención de compra, no la adquirirá si no cuenta con la infraestructura necesaria para su repartición.
“Si hablamos de una sola dosis o un puñado de dosis esto no sería un reto, porque en 5 días hay tiempo suficiente para distribuirlas y usarlas. Pero cuando hablamos de millones de dosis y pensamos que es indispensable que haya equidad en distribución, entonces tenemos que considerar al país en su conjunto, donde debería haber capacidad de llevar esta vacuna”, indicó.
López-Gatell explicó que, si bien Pfizer está considerando brindar cajas de ultracongelación a los compradores, ellas no serían suficientes para entregar las dosis necesarias para todas las poblaciones. Del mismo modo, consideró que no es viable invertir en esa tecnología sin considerar los beneficios potenciales de tener esta vacuna.
“Estamos en conversaciones con Pfizer, se firmó una carta de intención con respecto a estas vacunas, pero no se han firmado contratos y una consideración importantísima para firmar o no los contratos depende de que sea realista la posibilidad de garantizar este sistema de ultracongelación que nos permita llevar en tiempo, forma y con las condiciones adecuadas este producto”, mencionó.
El subsecretario de Salud estimó que la farmacéutica estadounidense Pfizer podría enviar a México entre 15 a 34 millones de vacunas contra la COVID-19 en diciembre.
“En diciembre de 2020 llegaran esas vacunas, las que en su momento contrate México, que estamos pensando, podrían ser 15 millones de dosis […], ese el planteamiento que hizo [Pfizer]. Me tendría mucha reserva de llamarle compromiso, pero en la oferta realizada, los montos ofrecidos están entre 15 hasta 34 millones [de dosis]”, dijo en entrevista con W Radio.
No obstante, López-Gatell recordó que, tanto las vacunas de Pfizer, como de AstraZeneca y otras firmas se encuentran en las fases finales de prueba para determinar si funcionan adecuadamente.
"Son una invención nueva las vacunas COVID […]. Se debe probar que sirve para lo que se pretende, como reducir el riesgo de enfermedad y que el producto es seguro. ¿A qué le llamamos seguro en medicina y salud pública? Las dosis pueden causar reacciones secundarias, alteraciones temporales que son aceptables siempre que no sean graves, que no dejen daño permanente y que sean semejantes a lo que ocurre en la vida diaria", apuntó.
El 9 de noviembre, Pfizer dio a conocer que las dosis experimentales de su vacuna contra el virus SARS-CoV-2, que elabora con BioNTech, previnieron más del 90% de las infecciones en un estudio donde participaron miles de voluntarios. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que su distribución presenta desafíos en regiones donde el clima es cálido, las distancias son enormes y la infraestructura necesaria para su almacenamiento no existe.