En el marco del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, conmemorado cada 17 de mayo, la Secretaría de Salud del estado de Querétaro recuerda la importancia de adoptar estilos de vida saludable para prevenir la enfermedad.

Las enfermedades cardiovasculares son las principales causas de muerte en el continente americano, además de ser una causa común de discapacidad y muerte prematura.

La hipertensión arterial sistémica es un factor de riesgo cardiovascular frecuente en el mundo, asociada al incremento de sobrepeso y obesidad; y se define como un incremento continuo de las cifras de la presión sanguínea en las arterias.

Generalmente no existen síntomas o pueden ser inespecíficos como mareo, percepción de sonido cuando no hay un ruido externo -acúfenos- trastornos visuales, deterioro cognitivo, fatiga.

Se diagnostica, cuando basado en el promedio de tres mediciones realizadas en diferentes días, se obtienen cifras mayores a 140/90 milímetros de mercurio.

Las complicaciones más frecuentes de la hipertensión son: encefalopatía hipertensiva que se caracteriza por cambios visuales y cefalea; hemorragia intracraneana ocasionada por la ruptura de un vaso sanguíneo intracerebral; angina inestable -que provoca dolor precordial con duración menor a 30 minutos-; infarto al miocardio; disección de aneurisma aórtico -ruptura de la arteria aorta por debilitamiento de la pared vascular-; edema pulmonar agudo originada por la disfunción del ventrículo izquierdo ocasionando acúmulo de líquido en la cavidad pulmonar; insuficiencia renal por nefropatía hipertensiva; y retinopatía hipertensiva.

Con el propósito de concientizar sobre esta enfermedad, el lema del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, desde 2013 es “Conozca sus cifras de presión arterial”, a fin de que cada persona conozca esos valores y determine si se encuentran en el rango normal o están elevados.

Algunas recomendaciones para evitar la hipertensión arterial son:

  • Tener una alimentación con alto aporte de verduras y frutas, y baja en sodio y en grasas.
  • Mantener un peso corporal adecuado.
  • Realizar con frecuencia ejercicio físico, es fundamental para el control de la tensión arterial y la prevención de complicaciones.
  • Evitar el consumo de alcohol y de tabaco.
  • Controlar el estrés.
  • Descansar y dormir lo necesario.
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