Mientras Querétaro lidia con baches, basura acumulada e inundaciones derivadas de lluvias recientes, el presidente municipal, Felifer Macías, parece tener otros planes. En lugar de atender los problemas más urgentes de la capital —que evidencian fallas graves tanto en el área de servicios municipales como en su concesión con Red Ambiental— el alcalde ha decidido tomarse un respiro. ¿Su destino? La Sierra Queretana, no por motivos institucionales, sino con intenciones claramente políticas.

Felifer, quien se ha ganado fama como el alcalde “tiktoker”, prefiere proyectarse como figura pública con aspiraciones al 2027 antes que cumplir a cabalidad con la responsabilidad para la que fue electo. Su gira por la Sierra, programada en día y horario laboral, carece de justificación administrativa: no se trata de una reunión de alcaldes, ni de una capacitación, ni de alguna actividad que beneficie directamente a los capitalinos. Es, lisa y llanamente, un acto de proyección personal.

La capital enfrenta un contexto complicado. Las lluvias han dejado al descubierto una mala planificación en obras públicas: calles destrozadas, pavimentaciones recién hechas que no soportaron el primer aguacero, y una ciudad que acusa la ausencia de un gobierno cercano y resolutivo. Todo esto mientras el alcalde elige ausentarse para “darse a conocer” fuera de su municipio, utilizando recursos públicos —como su salario— para impulsar una agenda política personal.

La misión de Felifer, si realmente busca fortalecerse rumbo al 2027, debería ser clara: hacer bien su trabajo. No solo por él, sino por el PAN, partido al que pretende seguir representando en un contexto electoral cada vez más competitivo. Sin embargo, parece que el canto de las sirenas lo ha seducido antes de tiempo, y en lugar de concentrarse en consolidar resultados tangibles en Querétaro, prefiere vender una historia de éxito prematuro en otras latitudes.

Lo preocupante es que, ante el visible fracaso de varios de sus colaboradores —incapaces de contener los efectos de las lluvias o garantizar servicios básicos como la recolección de basura— Felifer delega sin asegurar que las cosas funcionen. La ciudad resiente su abandono, y no basta con un buen video en redes sociales para tapar un bache, ni mucho menos para secar una calle inundada.

Ya veremos con qué justificación intenta explicar esta nueva ausencia. Pero mientras algunos esperan ver al alcalde solucionando los problemas del municipio, otros lo encontrarán grabando su próximo TikTok… o en su nueva gira artística por la Sierra Queretana.

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