Con algunas de sus pertenencias a cuestas, miles de familias de los surorientales estados mexicanos de Chiapas y Tabasco han abandonado estos días sus viviendas tras las trágicas lluvias que han azotado la región dejando fuertes inundaciones y al menos 27 muertos.

El ciclón tropical Eta y el frente frío número 11 dejaron enormes cantidades de lluvia en días pasados en el sureste de México y en Centroamérica, obligando a muchos a huir de su hogar por seguridad.

En Chiapas, uno de los estados más pobres del país, son más de 6.876 familias damnificadas -y cerca de 10.000 afectadas- pertenecientes a 54 municipios de la región las que resultaron damnificadas, según cifras de Protección Civil de Chiapas.

A pesar de que la evaluación de daños concluyó, para los pueblos indígenas la tragedia no termina pues en diferentes regiones donde viven los grupos tzotzil y tzeltal se han presentado nuevos deslaves y deslizamientos de ladera.

MONTAÑA AMENAZANTE

Debido a ello, cientos de tzeltales están abandonando sus viviendas.

Es el caso de la comunidad Matzam, perteneciente al municipio de Tenejapa de los Altos de Chiapas, donde más de 70 viviendas quedaron inhabitables por el deslizamiento de una parte de la montaña.

Juan Luna López, habitante de Matzam, explicó este miércoles a Efe que luego de las lluvias se escuchó un estruendo que provenía de la falda del cerro que flanquea el municipio, y conforme pasaron los días se comenzó a agrietar la tierra.

“Se están hundiendo la casas. Estamos saliendo de la casa porque tenemos miedo de estar adentro. Se está quebrando, rajando. Voy a poner salvo a mi familia, me voy a buscar cobijo con un familiar. ¿Ha venido la autoridad? No ha llegado nadie, ni la ayuda”, dijo mientras realiza su mudanza.

Desde hace doce días, de acuerdo con lo dicho por los habitantes, las lluvias no cesaron. Fue hasta la mañana del pasado domingo cuando por la presencia de humedad se completó el desgajamiento de una parte de la montaña, pasando a destrozar las viviendas de madera y concreto, obligándolos a buscar refugio a kilómetros de su hogar.

Elías López Luna, habitante de Matzam, pidió auxilio a las autoridades federales porque, según dijo, ningún funcionario estatal los ha apoyado.

“El llamado que quisiera hacer a las autoridades es que volteen a ver esta zona donde más de 70 familias se vieron afectadas”, apuntó el hombre.

La preocupación es latente, afirmó Elías, pues los ruidos y la desmembración del cerro ha puesto en alerta al pueblo entero.

“Desde el sábado ya ninguna persona durmió por temor. Por desconocimiento, muchos piensan que es un volcán y hasta hora se sigue pensando porque no hay una información real o verídica de los que estudian estos fenómenos”, subrayó.

BUSCAR REFUGIO

Han pasado seis días de los primeros siniestros, las familias integradas por ocho personas se organizan para sacar sus pertenencias. Por la carretera de terracería se observa a mujeres y niños salir de sus casas con sus pertenencias en hombros para buscar un refugio.

Una imagen que refleja los daños que han ocasionado estas inundaciones en la región.

Llueve sobre mojado, y el suelo se hunde poco a poco. En este pueblo se prevé evacuar a otras 30 familias de sus viviendas, y estas claman por ayuda del Gobierno mexicano.

Según cifras de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) del pasado lunes, las fuertes lluvias han dejado a 184.191 personas afectadas en los estados de Chiapas, Tabasco y Veracruz.

En total, han fallecido cinco personas en Tabasco y 22 en Chiapas. Si bien según datos de Protección Civil de Chiapas, el número de decesos se ajustó a 21.

El secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, agradeció este martes la “solidaridad” de España, que aportó 300.000 dólares para apoyar a los damnificados en el sureste del país por la emergencia causada por el ciclón Eta.

Otros países, como Alemania o Dinamarca, también han enviado donativos.

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