El Fondo Monetario Internacional (FMI) exhortó a las autoridades mexicanas a aprovechar la participación privada en el sector energético, en su evaluación anual sobre la economía de México divulgada el miércoles en el marco del artículo IV de su convenio consultivo.
El directorio ejecutivo del FMI enfatizó que “la implementación resuelta de reformas estructurales es clave para lograr mejoras duraderas en la inversión y la productividad”, tras recibir el informe hecho por el equipo técnico que visitó al país latinoamericano, según un comunicado del banco central.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en septiembre que buscaría revertir la reforma energética constitucional hecha durante el gobierno anterior si no lograba “rescatar” a las estatales petrolera Pemex y a la eléctrica CFE con la legislación vigente.
Según el mandatario, tal reforma puso al borde de la quiebra a ambas firmas e incumplió la promesa de elevar de forma significativa la producción de hidrocarburos, por lo que frenó las licitaciones petroleras -que atrajeron a decenas de actores privados foráneos- hasta ver resultados.
En este sentido, los directores del organismo multilateral también exhortaron a México a revisar la estrategia de negocio de la gigante petrolera, que está altamente endeudada, así como a “reformar aún más su gobernanza”.
El FMI proyecta que al cierre de este año, marcado por la pandemia del coronavirus, el Producto Interno Bruto (PIB) de la segunda mayor economía de América Latina se contraerá un 9%, aunque anticipa que se recupere “modestamente” en el futuro.
En su nueva evaluación, la mayoría de los directores recomendaron “un mayor apoyo fiscal de corto plazo, temporal, bien comunicado y focalizado, con la debida consideración de las circunstancias del país y salvaguardando la sostenibilidad fiscal a mediano plazo”.
De manera general, “vieron la necesidad de anunciar una reforma tributaria creíble a mediano plazo”, para ejecutarse una vez empiece la recuperación, con el fin de reforzar el espacio para brindar apoyo a corto plazo, cerrar brechas fiscales, reducir la deuda pública y financiar inversiones y gasto social.