En México, como en otros países, hay indicios de un rebrote de COVID-19, pues del 19 al 22 de octubre se reportó un incremento de casi 20.000 casos acumulados, al pasar de 854.926 a 874.171. Recientemente, la Secretaría de Salud informó que hay ocho estados que están en alerta de regresar a semáforo rojo.

Desde el pasado 21 de octubre, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, advirtió que a pesar de que en 20 estados se presentara un descenso en la tendencia epidémica, en “otras cuatro entidades siguen en una meseta en el control de la epidemia y en ocho se asoma el heraldo de un posible nuevo rebrote”.

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Asimismo, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell reveló en la conferencia del 22 de octubre que los estados que están en alerta por el número de casos activos son: Chihuahua, Coahuila, Durango, Zacatecas, Nuevo León, Aguascalientes, Querétaro y Guerrero.

“Tenemos un cambio en la trayectoria, ya no solo en la magnitud o intensidad con la que va reduciendo, sino también en la curva epidémica. Las consecuencias, el riesgo de contagio COVID es más alto y por lo tanto hay que retornar a medidas de control general semejantes a cuando se tenían etapas previas de la epidemia”, sugirió.

Si bien, las autoridades sanitarias solo han alertado de la situación en estos ocho estados, otras ciudades con un alto número de casos activos estimados son la Ciudad de México, con 10.617, y el Estado de México, con 3.387.

Adicionalmente, en el reporte del 22 de octubre, José Luis Alomía, director general de epidemiología, informó que en las últimas 24 horas se habían reportado 6.612 nuevos contagios, lo que daba un total de 874.171 casos acumulados, y 479 defunciones más.

De igual forma, indicó que con las 2.249.619 pruebas realizadas, el número de casos estimados se había elevado a un millón 14.874 y 49.319 casos activos estimados, lo que representa un aumento del 8%.

En lo que respecta a la ocupación hospitalaria, Alomía señaló que el 31% de las camas generales y el 26% de camas con ventilador se encontraban ocupadas; es decir, hasta el momento, hay una disponibilidad de más del 60% en los centros hospitalarios.

A pesar de ello, México se encuentra entre los 10 países con mayor número de contagios a nivel mundial; en tanto que en América Latina, ocupa el lugar número cinco, solo por detrás de Colombia y Perú que están próximos al llegar al millón de casos confirmado con COVID-19.
Estados en riesgo de regresar a semáforo rojo

Hasta el momento son más de 10 estados en riesgo de volver a semáforo rojo, esto si se toma en cuenta la cantidad de nuevos casos activos que reportan. Pero solo algunos han comenzado a tomar medidas para controlar lo que podría denominarse como un rebrote de COVID-19.

En el caso de Chihuahua, el gobernador Javier Corral anunció el 22 de octubre que el estado regresaría a semáforo rojo, lo que quiere decir que se suspenderán algunas actividades y se reforzarán las medidas de control sanitario.

Con más de 3.000 casos estimados como activos, y más de 1.700 defunciones, el Gobierno de Chihuahua reconoció a través de un comunicado de prensa que el COVID-19 rompió “récord de nuevo en la semana 41”.

De acuerdo con Arturo Valenzuela Zorrilla, director médico de la zona norte, “el Sector Salud está buscando recursos de donde sea para dar atención, porque estamos siendo rebasados por esta ola de contagios que estamos enfrentando”.

En consecuencia, Corral anunció que para el día 23 de octubre el estado entraría a una fase de semáforo en rojo con medidas más drásticas para evitar congregaciones masivas, entre estas se encuentran: vigilancia en lugares recreativos, multas a personas que no usen cubrebocas, inspección en transporte público, sanciones a conductores que viajen con más de dos pasajeros y ley seca en fines de semana.

"Sin embargo, todo eso será insuficiente si la ciudadanía no toma plena conciencia de su responsabilidad estando al sistema de salud. Hay que decirlo con toda claridad: el virus no está derrotando al personal de salud, el virus está derrotando al individualismo, el egoísmo, a la falta de conciencia, de responsabilidad y de solidaridad, de disciplina de la sociedad en general", acusó Corral el 22 de octubre.  

Por su parte, el Gobierno de Durango, encabezado por José Rosas Aispuro, también determinó que se agudizarán las medidas de seguridad en el estado. Lo primero será que aumentarán las acciones de sanitización en el transporte público y control del acceso para que las unidades no lleguen a su máxima capacidad; asimismo, se inspeccionará el uso de cubrebocas en espacios públicos, y se impondrán horarios para la venta de bebidas alcohólicas, así como para la apertura de bares y restaurantes.

En tanto, en el estado de Nuevo León, las autoridades sanitarias analizan la posibilidad de imponer nuevas reglas para evitar que el número de contagios continúe en ascenso; esto, después de que en los últimos días se registraran más de 4.000 casos activos estimados.

Manuel de la O Cabazos, secretario de Salud del estado, señaló que dentro de las medidas que contemplan está el uso de elementos de seguridad que acudan a las viviendas para evitar que se realicen reuniones masivas; mientras que, las autoridades locales deberán inspeccionar que se use cubrebocas en los lugares públicos.

Por otro lado, la jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, expresó que a pesar de que en la Ciudad de México ha aumentado el número de contagios estimados en las últimas semanas, la ocupación hospitalaria no ha presentado incrementos significativos. Ante ello, manifestó que la próxima semana la ciudad continuará en semáforo naranja, pero no descartó la posibilidad de volver a semáforo rojo.
Los rebrotes en México: una disyuntiva gubernamental

Desde el mes de mayo, López-Gatell alertó sobre la posibilidad de que se presentaran rebrotes de COVID-19 en el país, lo que significaría regresar a la fase más drástica de la pandemia: suspensión de actividades no esenciales y, en consecuencia, un alto de la actividad económica. Situación ha generado una serie de contradicciones al interior del Gobierno federal.

Cuando el secretario de Salud, Jorge Alcocer, manifestó en la conferencia matutina del pasado 21 de octubre que se avizoraba “el heraldo de un posible rebrote”, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó que hubiera un rebrote en el país.

"No hay todavía rebrotes. Hay algunos estados en donde ha aumentado el contagio, pero no se puede hablar de un rebrote. Están disminuyendo, que eso nos importa mucho, es lo que más nos interesa, los fallecimientos", comentó el mandatario.

Por el contrario, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud había revelado el día anterior, el 20 de octubre, que se veían “señales tempranas de rebrote”; al respecto, indicó que el índice de positividad en pruebas de laboratorio aumentó de 38% a 41%.

Sin embargo, el 21 de octubre, en la conferencia nocturna, López-Gatell señaló que la declaración del presidente sobre la negativa de un rebrote de COVID-19 en México se debía a que López Obrador “está viendo integralmente la nación en muchos campos que a nosotros no nos corresponde atender”.

Ahora bien, las contradicciones pueden encontrar una explicación en el factor económico; esto, debido a que una nueva suspensión de actividades productivas significaría un nuevo descenso en la economía del país.

Por lo que, al igual que en resto de los países, el Gobierno busca encontrar un equilibrio entre evitar un repunte de contagios y un colapso de la economía nacional; esto, en un país que recientemente ha comenzado a mostrar signos de recuperación económica tras los meses de confinamiento.

Según el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gabriel Yorio, “el peor trimestre fue el segundo; el tercero [de julio a septiembre de 2020] parece que viene mejor de lo que el mercado esperaba, con una recuperación clara. Vemos niveles prepandemia en algunos sectores, pero no hay que echar campanas al vuelo. Hay riesgos que se tienen que monitorear”.

Durante su participación en el Foro Mercado de Capitales e Inversión, el pasado 22 de octubre, Yorio mencionó que en el 2020 el Producto Interno Bruto (PIB) concluirá con una caída que va del 7% al 9%, mientras que para 2021 habrá un “rebote técnico” del 4%; sin embargo, reconoció que la economía mexicana tardará de dos a tres años en regresar a los niveles de crecimiento previos a la pandemia.

En contraste, López Obrador aceptó el día 23 de octubre que ante la existencia de un rebrote de COVID-19, el Gobierno está preparado, porque “contamos con el apoyo de los médicos. El reporte que tengo es que tenemos 31% de ocupación de camas con ventilador, es decir, 69% de disponibilidad nacional”.

Más allá de los pronósticos, lo cierto es que la pandemia continúa su curso, pues en el reporte del 23 de octubre la cantidad de casos acumulados con un diagnóstico positivo de COVID-19 aumentó a 880.775; en tanto que, los decesos llegaron a 88.312.

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