El peso mexicano cerró este viernes intercambiándose en 19,95 pesos por dólar estadounidense en el mercado interbancario, recuperado parcialmente frente al dólar gracias a la menor percepción de riesgo sobre la economía del país latinoamericano.
El dato implica una apreciación del 0,75 % con respecto al viernes anterior, cuando la divisa mexicana cotizó en 20,1 unidades por billete verde.
“La semana pasada el peso se depreció ante un incremento en la percepción de riesgo relativo respecto a México, después de que el Senado avanzara la reforma de la Ley del Banco de México”, recordó a Efe la directora de análisis económico-financiero de Banco Base, Gabriela Siller.
Sin embargo, esta semana “el anuncio del aplazamiento de dicha reforma hasta el siguiente año permitió que el tipo de cambio retomara su tendencia a la baja pero sigue sin perforar el soporte clave de 19,70 por billete verde”.
La Ley del Banco de México que inicialmente aprobó el Senado y que ahora se pospuesto para iniciar un debate entre ambas cámaras del Congreso contemplaba obligar al banco central a comprar dólares en efectivo que el sistema financiero no puede repatriar.
El tipo de cambio tocó durante la semana un nivel mínimo de 19,73 y un máximo de 20,26 pesos por dólar.
“Además de la menor percepción de riesgo global sobre México, se dio optimismo en los mercados financieros globales. Este optimismo se da por la expectativa de nuevos estímulos fiscales en Estados Unidos en el corto plazo”, puntualizó la especialista.
Siller advirtió de que la segunda quincena de diciembre siempre es “más volátil” porque “se vuelve líquido”, lo que abre dos escenarios para el peso mexicano
“Si el peso continúa con la tendencia de baja es probable que se aproxime al nivel de 19,7 unidades por dólar. Pero de existir una mayor percepción de riesgo global o sobre México el tipo de cambio podría fácilmente cerrar alrededor de 20,13 pesos por dólar, que es el siguiente soporte clave”, indicó.
Las autoridades sanitarias anunciaron este viernes el cierre de todas las actividades no esenciales en Ciudad de México y el colindante Estado de México, una medida que tendrá repercusiones económicas.