Introducción
El Marqués, ubicado en el estado de Querétaro, es uno de los municipios más emblemáticos del Bajío mexicano. Con una extensión de alrededor de 802 kilómetros cuadrados y una población que supera los 200,000 habitantes, se destaca tanto por su rica historia como por su creciente desarrollo económico e industrial. Su territorio, aledaño a la capital queretana, ha sido escenario de episodios históricos relevantes desde la época prehispánica hasta la actualidad.
Este artículo detalla la evolución histórica del municipio de El Marqués, considerando su geografía, su pasado prehispánico, su papel en la época virreinal, su relevancia durante la independencia y la Revolución Mexicana, así como su transformación contemporánea.

1. Orígenes prehispánicos
Antes de la llegada de los españoles, el territorio que hoy ocupa El Marqués estaba habitado principalmente por grupos otomíes y chichimecas. Los otomíes eran agricultores sedentarios que se asentaron a lo largo del valle queretano, mientras que los chichimecas, seminómadas, incursionaban desde el norte. Las condiciones naturales del valle –suelo fértil y ríos como el Querétaro– favorecieron el desarrollo de comunidades agrícolas.
Los vestigios arqueológicos encontrados en la región, como herramientas, fragmentos de cerámica y restos de antiguos asentamientos, muestran una continuidad cultural previa a la Conquista. Los otomíes, además, jugaban un papel importante como aliados o intermediarios en la red de relaciones comerciales y políticas de Mesoamérica, conectando a pueblos del norte con el altiplano central.
2. Fundación española y el surgimiento del Marquesado
La historia colonial de El Marqués se remonta a 1531, cuando los españoles, encabezados por Hernán Pérez de Bocanegra, arribaron a la región tras enfrentarse a la resistencia otomí y chichimeca. La fundación formal de Santiago de Querétaro en 1531 incluyó territorios que hoy forman parte de El Marqués.
El nombre del municipio tiene su origen en Juan Antonio de Urrutia y Arana, noble vasco que llegó a la región en el siglo XVII. Urrutia y Arana adquirió grandes extensiones de tierra y se le otorgó el título de Marqués del Valle de la Villa del Villar del Águila, por lo que se le reconoce como el constructor del famoso Acueducto de Querétaro, inaugurado en 1738. Este acueducto, que transportaba agua desde los manantiales de La Cañada hasta el centro de Querétaro, es símbolo de la ciudad y testimonio del auge económico del marquesado.
La zona que hoy ocupa El Marqués era, durante la Colonia, un conjunto de haciendas dedicadas principalmente a la agricultura y ganadería. Las haciendas de El Lobo, La Laborcilla, Chichimequillas y La Griega son testigos del esplendor rural de la época.
3. El Marqués y la Independencia
A principios del siglo XIX, las tensiones sociales en el Bajío y las ideas ilustradas comenzaron a permear incluso entre los habitantes rurales. Querétaro se convirtió en un foco de conspiraciones independentistas. Si bien el levantamiento principal ocurrió en Dolores, Querétaro y sus alrededores, incluidos los poblados del actual municipio de El Marqués, fueron escenario de reuniones clandestinas.
Los trabajadores de las haciendas y algunos de sus propietarios simpatizaban con el movimiento insurgente. La cercanía del municipio con la ciudad de Querétaro hizo que sus caminos y rutas fueran utilizados por insurgentes para evadir a las autoridades realistas. Tras consumarse la independencia en 1821, las antiguas haciendas empezaron a fragmentarse, marcando el inicio de un nuevo orden social.
4. El siglo XIX y el Porfiriato
Durante el siglo XIX, El Marqués mantuvo su carácter rural. Sin embargo, la expansión de las redes ferroviarias y la modernización del campo impulsada por el Porfiriato favorecieron la concentración de tierras en grandes haciendas. La llegada del Ferrocarril Central Mexicano facilitó el transporte de productos agrícolas y ganaderos, fomentando el crecimiento económico.

En esta época, Querétaro fue escenario de importantes eventos nacionales, como la caída del Segundo Imperio Mexicano (1867) y la ejecución de Maximiliano de Habsburgo en el Cerro de las Campanas. Aunque estos hechos ocurrieron en la capital, muchos habitantes de El Marqués participaron como testigos o actores en esos procesos.
5. Revolución Mexicana y reparto agrario
La Revolución Mexicana (1910-1920) afectó a El Marqués principalmente a través del movimiento agrario. Los campesinos y peones de las grandes haciendas locales se sumaron a las demandas de tierra, liderados por figuras como Saturnino Osornio, originario de Querétaro. Tras la promulgación de la Constitución de 1917, el reparto agrario fragmentó muchas de las propiedades que habían caracterizado al municipio desde la Colonia.

Durante este proceso, surgieron nuevos núcleos agrarios, como los ejidos de Chichimequillas, La Griega y El Colorado, lo que transformó la estructura económica y social del municipio. Además, la construcción de infraestructura, como escuelas rurales y caminos, fue impulsada por el Estado posrevolucionario.

6. Modernización y desarrollo contemporáneo
A partir de la segunda mitad del siglo XX, El Marqués experimentó un proceso de modernización acelerado. Su cercanía a la ciudad de Querétaro y su ubicación estratégica en el Bajío favorecieron el establecimiento de parques industriales, zonas residenciales y proyectos de infraestructura.

En 1991, El Marqués fue elevado a la categoría de municipio independiente, segregándose de Querétaro. Desde entonces, ha mantenido un crecimiento constante, destacándose por la llegada de empresas nacionales e internacionales, especialmente en los sectores automotriz, aeronáutico, tecnológico y agroindustrial. Polos como el Parque Industrial El Marqués, Parque Aeroespacial Querétaro y desarrollos residenciales como Zibatá o La Pradera reflejan esta transformación.
Hoy, El Marqués combina su herencia rural con un dinamismo económico que lo coloca entre los municipios más prósperos de Querétaro. La preservación de su patrimonio histórico –como la Parroquia de La Cañada, las ruinas de antiguas haciendas, y el propio acueducto– convive con una visión moderna de desarrollo sustentable.

Conclusión
La historia de El Marqués es un microcosmos del devenir queretano: desde sus raíces prehispánicas hasta su papel en el México contemporáneo, ha sido testigo y actor de grandes transformaciones. Su legado agrícola y arquitectónico, combinado con su crecimiento industrial y residencial, lo convierte en un símbolo de la capacidad de adaptación y resiliencia de la región. Con un pie en el pasado y otro en el futuro, El Marqués continúa forjando su identidad dentro del corazón del Bajío mexicano.
Fuentes consultadas
- Archivo Histórico de Querétaro.
- Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
- Gobierno del Estado de Querétaro: “Historia del municipio de El Marqués”.
- Enciclopedia de los Municipios de México, INAFED.
- Sánchez Larios, Luis. El Querétaro del Marqués: Crónica de la región.
