La Cámara mexicana de Diputados aprobó este miércoles desmantelar el Fondo de Salud para el Bienestar, un mecanismo con 33.000 millones de pesos (más de 1.550 millones de dólares) para atender a personas con VIH, cáncer y otras enfermedad crónicas.
Pese al intento de la oposición de impedir el quórum, los diputados alineados al oficialismo aprobaron con 242 votos a favor, siete en contra y cinco abstenciones la reforma a la Ley General de Salud que permitirá al Gobierno disponer de los recursos, en su mayoría para la vacuna de covid-19.
Dolores Padierna, vicepresidenta de la Cámara de Diputados y legisladora del gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), acusó a los opositores de “mentir” al asegurar que el fondo no desparece, sino que solo pasará primero por la Tesorería para atender las prioridades sanitarias.
“Lo que están comentando las derechas es absolutamente tendencioso, maniqueo y falso de toda falsedad”, afirmó Padierna previo a la votación del futuro del fondo, también conocido como el de Gastos Catastróficos.
La polémica iniciativa, que ahora pasará al Senado, llega una semana después de que el Congreso eliminó 109 fideicomisos de ciencia, arte, deportes y derechos humanos pese a la protestas de investigadores, artistas y atletas.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador ha argumentado que estos fondos son sinónimo de corrupción y opacidad, pero ha preferido eliminarlos en lugar de auditarlos, como reclaman los legisladores de oposición.
“México no se recupera de la desaparición de fideicomisos y hoy se propone un dictamen violatorio a los criterios de transparencia. La mayoría no puede sostener que defienden las causas sociales porque llevarán los recursos a la Tesorería, donde se podrán utilizar de forma discrecional”, aseguró la diputada Lourdes Contreras, de Movimiento Ciudadano.
La votación provocó indignación entre asociaciones civiles, que alertaron que ahora el tratamiento médico es incierto para pacientes de enfermedades crónicas.
Asociaciones que defienden la salud sexual anunciaron una protesta frente al Senado dentro de los próximos días al advertir que más de la mitad de las personas con VIH dependen del fondo.
“Será una acción ciudadana que acabará en lo que tenga que acabar porque la vida de las personas con VIH no es negociable. Si no hay atención para personas con VIH, no habrá paz en esta ciudad”, manifestó Alaín Pinzón, director de la asociación VIHve Libre.
Más de 20 grupos a favor de la salud sexual y reproductiva denunciaron el “atentado sin precedentes en contra de la vida, la salud y el bienestar” de la población, incluyendo la que depende del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
“También se ve comprometida la atención médica integral de las personas que no cuentan con seguridad social y que viven con algún padecimiento que requiere atención de alta especialidad, como es el cáncer de mama, cáncer de colón y la hepatitis C”, señalaron.