Niñas y niños con obesidad del área metropolitana de Querétaro están consumiendo más sal de la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda incluso para personas adultas. Así lo revela un estudio reciente del Centro de Investigación Biomédica Avanzada de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Querétaro (FM-UAQ).

De acuerdo con la investigación, menores de entre 6 y 12 años con obesidad ingieren en promedio 5.6 gramos de sal al día, cuando el límite recomendado por la OMS para adultos es de 5 gramos diarios. En el caso de niñas y niños, la cantidad ideal es aún menor, por lo que este exceso representa un riesgo importante para su salud futura.

El alto consumo de sal está vinculado con la ingesta de productos ultraprocesados —como frituras, embutidos, comida rápida y bebidas saborizadas— que además de aportar calorías vacías, contienen grandes cantidades de sodio como conservador.

El doctor Pablo García Solís, uno de los responsables del estudio, advierte que estos hábitos alimenticios pueden tener consecuencias graves a largo plazo, pues el consumo excesivo de sal en edades tempranas está relacionado con el desarrollo de hipertensión arterial y otras enfermedades cardiovasculares después de los 30 años.

La investigación pone de relieve la necesidad urgente de fortalecer estrategias de educación nutricional en casa y en las escuelas, así como de revisar el etiquetado de alimentos y la regulación de la publicidad dirigida a menores. Los especialistas hacen un llamado a madres, padres y cuidadores a vigilar de cerca la dieta de las infancias, fomentando el consumo de alimentos naturales y evitando los productos ultraprocesados que hoy son parte habitual de su alimentación.

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