En una de sus emisiones más emotivas, este jueves la Vocería Organizacional compartió la historia de vida de Teresa Romero, enfermera del Hospital General de Querétaro, quien ha luchado contra COVID-19 en el primer frente de batalla.

Luego de manifestar que durante esta emisión hablaría de “ciudadano a ciudadano”, el Vocero Rafael López González compartió que, como muchas y muchos queretanos, también es padre de familia; que al igual que todos, ha pasado por momentos de frustración y estrés y que también querría celebrar la próxima Navidad junto a sus seres queridos.

Luego de transmitir este mensaje de empatía, puntualizó que durante todo este tiempo hemos compartido sentimientos comunes como sociedad, a causa del momento histórico que nos ha tocado vivir; etapa que, “nos ha hecho más fuertes, pues en medio de tanto dolor nos hemos acercado”.

Posteriormente presentó el testimonio de Teresa Romero, quien narró pasajes de su historia personal, así como vivencias experimentadas en carne propia al luchar por defender la vida de queretanas y queretanos hospitalizados a causa de COVID-19.

Teresa Romero afirmó que equipara los momentos que atravesamos con una guerra, al ver “gente que muere de una forma muy terrible; familias completas que se han tenido que internar y que han salido incompletas”.

Reconoció que es muy doloroso asumir que quienes fallecen por la enfermedad son seres queridos para sus familias, pues dicho desgaste emocional es mucho mayor al cansancio producido por su trabajo: “siempre hemos pensado que ese paciente es el papá de alguien, el hermano de alguien, el hijo de alguien, la mamá de alguien; es una persona que le hace falta a su familia”.

Señaló que los mitos, las noticias falsas y los prejuicios provocan que muchos busquen ayuda hospitalaria demasiado tarde, o lo hagan luego de sufrir complicaciones severas; no obstante, señaló, el trabajo del personal de salud será siempre “darles todo lo que hay y todo lo que sabemos, para que salgan adelante”.

Agregó que su jornada normal de trabajo es de 12 horas, dentro de un pesado equipo de protección personal y sudando todo el tiempo; ello, reconoció, se vuelve aún más doloroso cuando ven o escuchan que muchas personas todavía no se convencen de usar un simple cubreboca.

Señaló que una de las peores caras de la enfermedad es “toda la ignorancia y toda la información errónea que se ha dado; eso nos está dando anímicamente mucho, muy fuerte, a todos los que estamos aquí”.

Teresa Romero compartió una de las historias que más la han estremecido: la de un matrimonio de personas mayores, quienes llegaron al hospital muy graves de COVID-19 y que manifestaron desconocer el origen de su contagio. A pesar de su gravedad, los familiares de la pareja no aceptaron que se les aplicara el procedimiento de intubación, por lo que fallecieron; sin embargo, detalló, los dos se animaban mutuamente con expresiones cariñosas y se tomaban de las manos.

Luego de esta narración Teresa Romero afirmó que como ese caso hay mil más, y se lamentó por la gente que sigue sin creer que esta enfermedad sea real: “la gente que no cree tristemente va a tener que sufrir alguna pérdida personal, para creer”, dijo.

Por ello recomendó el uso del cubreboca, así como el continuo lavado de manos.

“Qué triste que tengas que averiguar que la enfermedad sí existía en la cama de un hospital y con un tubo en tu garganta y en ese momento tengas que decir ¡ah caray!, sí era cierto”, aseguró.

El Vocero llamó a reflexionar sobre la historia de la enfermera Teresa, a fin de que sus expresiones nos “sacudan” como sociedad y nos permitan terminar con tanta indiferencia.

Agregó que este tipo de historias deben llevarnos a “abrir los ojos” y cambiar de actitud frente a tantas muertes y familias rotas.

Insistió en que ante cualquier síntoma de la enfermedad se debe actuar a tiempo y llamar a la línea COVID, al teléfono 442 101 52 05, así como acudir a un hospital ante los primeros signos de alarma.

Para finalizar repitió una de las frases utilizadas por Teresa durante su testimonio: “no te afecta en nada ponerte tu cubreboca, como tampoco te afecta en nada lavarte las manos, tomar sana distancia y cancelar salidas o reuniones innecesarias”.

“De ti depende que este fin de año, no sea el fin de tu vida, o la de tus seres queridos; cambia, estás a tiempo”, concluyó.

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