El Templo y Convento de la Santa Cruz de los Milagros, ubicado en el Cerro del Sangremal, en la ciudad de Querétaro, es uno de los sitios históricos y religiosos más significativos del centro de México. Su historia entrelaza episodios clave del mestizaje cultural, la evangelización en la Nueva España, y el papel de Querétaro como punto estratégico en el desarrollo colonial del país.

Origen Prehispánico del Cerro del Sangremal

Antes de la llegada de los españoles, el cerro donde hoy se erige el templo era un lugar sagrado para los otomíes y chichimecas. Era conocido como un sitio ceremonial donde se rendía culto a deidades prehispánicas. Su nombre, “Sangremal”, proviene de la fusión de las palabras “sangre” y “Grial”, y se ha interpretado simbólicamente como el “lugar donde se derramó sangre sagrada”, referencia tanto a sacrificios rituales como a hechos posteriores durante la conquista espiritual.

El Milagro de Santiago y la Fundación Espiritual (1531)

La tradición más difundida sobre la fundación religiosa del lugar se remonta al año 1531, cuando se dice que el conquistador otomí Conín, quien adoptó el nombre de Fernando de Tapia tras su conversión al cristianismo, pactó con los españoles, liderados por el capitán Hernán Pérez Bocanegra, una campaña de evangelización pacífica.

Durante un enfrentamiento simbólico entre indígenas y conquistadores en el cerro del Sangremal, según la leyenda, se apareció en el cielo el apóstol Santiago montado en un caballo blanco y portando una cruz luminosa. Este evento milagroso habría provocado la rendición de los indígenas y su conversión al cristianismo. En recuerdo de este suceso, se colocó una cruz de cantera rosa en el sitio de la aparición, la cual aún se conserva dentro del templo.

Fundación del Convento (siglo XVII)

Aunque la leyenda data del siglo XVI, la fundación formal del Convento de la Santa Cruz se da en el siglo XVII. En 1683, la orden franciscana establece un colegio de propaganda fide, una institución destinada a la formación de misioneros para la evangelización de los territorios del norte, conocidos como “tierras de guerra” o zonas aún no plenamente controladas por los colonizadores.

Este convento fue el primero de su tipo en América y jugó un papel crucial en la expansión del cristianismo en regiones como Guanajuato, Zacatecas, Sonora, Chihuahua, y hasta California. De este lugar salieron misioneros ilustres como Fray Junípero Serra, figura clave en la fundación de misiones en el actual estado de California, Estados Unidos.

Arquitectura del Templo y Convento

El conjunto arquitectónico está compuesto por el templo, el convento, patios interiores, claustros y espacios de meditación. La arquitectura del templo es sobria, de estilo barroco austero, con una notable portada de cantera, retablos interiores de madera dorada, y una fuerte influencia franciscana en su diseño, centrado en la vida monástica.

El convento también conserva su acueducto interno, celdas, cocina, biblioteca y una fuente de cantera rosa. En los muros aún se pueden ver inscripciones y elementos de la época virreinal, y muchas de las piezas originales han sido restauradas o conservadas por órdenes religiosas.

Uno de los elementos botánicos más peculiares del convento es la presencia de un árbol de espinas cuyas ramas tienen forma de cruz latina, considerado una rareza biológica y símbolo místico del lugar. Se dice que solo crece ahí, en los jardines del convento, lo que ha alimentado su fama milagrosa.

Durante la Guerra de Independencia y el siglo XIX

FOTOGRAFÍA DE E. LEROY, "LA CRUZ, QUERÉTARO", CA. 1863-1865. BIBLIOTECA NACIONAL DE FRANCIA

El convento tuvo también un papel relevante durante los movimientos independentistas. Fue usado como cuartel por distintas fuerzas, tanto realistas como insurgentes. A partir del siglo XIX, con las Leyes de Reforma (1857-1861), muchos bienes eclesiásticos fueron desamortizados por el Estado, y el convento fue parcialmente secularizado, aunque no abandonado.

Durante el Segundo Imperio Mexicano (1864–1867), el cerro y el convento volvieron a cobrar importancia histórica: Maximiliano de Habsburgo estableció ahí uno de sus puntos de defensa durante el sitio de Querétaro por las tropas republicanas de Benito Juárez. Tras su derrota, Maximiliano fue apresado en el cercano Cerro de las Campanas, y el convento fue testigo indirecto de ese capítulo final del imperio.

Siglo XX y Actualidad

A lo largo del siglo XX, el templo fue objeto de restauraciones importantes y fue declarado monumento histórico por el INAH. Hoy en día, sigue siendo un centro de peregrinación religiosa, especialmente el 14 de septiembre, cuando se celebra la fiesta de la Santa Cruz con misas, danzas tradicionales, procesiones y eventos culturales.

Además, funciona como un sitio de divulgación histórica, con visitas guiadas y recorridos que explican su legado como núcleo espiritual, cultural y político de Querétaro.

El Templo y Convento de la Santa Cruz no solo representa una joya del barroco religioso de la Nueva España, sino también un punto de encuentro entre culturas, donde la cosmovisión indígena y la religión cristiana se entrelazaron para dar paso a un nuevo orden simbólico y político. Desde su fundación legendaria hasta su participación en hechos clave de la historia nacional, este sitio es un testimonio vivo del pasado y un referente identitario para Querétaro y México entero.

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